martes, septiembre 11, 2007

Tal día como hoy, 11 de Septiembre

Este comienzo bien vale tanto para recordar el horrible atentado terrorista de Nueva York, como el golpe de estado que desencadenó la muerte del presidente electo de Chile y comenzó una dictadura en la que hubo torturas y asesinatos. Decantarse por un tema u otro te expone a ser acusado de una ideología u otra, en esta sociedad nuestra tan aficionada a poner etiquetas rápidamente.

Pues bien, voy a hablar del golpe de estado de Pinochet y de Allende, pero no para ensalzar la memoria de este político. Lo siento, pero ser víctima de un tirano u otro ejemplo, de un grupo terrorista como ETA no debería convertir automáticamente a la víctima en héroe, aunque sea mejor eso que el extremo contrario de buscar justificaciones a un hecho execrable y especular encima con que la víctima se lo merecía en lugar de consolar a sus familiares.

Es absurdo poner a Allende como símbolo de la democracia. No hablamos del primer presidente de un periodo democrático, ni bajo su mandato se fortaleció la democracia, lamentablemente cabe alegar que fue lo contrario. No fue un presidente popular, posiblemente en la historia de Chile ningún presidente democrático se enfrentó a tanto descontento. Cada cual explicará esto como quiera, que si la derecha soliventó los ánimos, que si Estados Unidos financió tal o que si toda la culpa fue de Allende que era masón y amigo de Fidel Castro. Lo que es un hecho es que ese descontento existió y que las célebres caceroladas durante el corralito argentino tienen su precedente en las protestas contra Allende en su día, pues el collapso económico chileno del 73 (el año del golpe de estado) afectó muy negativamente a la población. También se le acusa y parece probado que trató de hundir la prensa opositoria controlando a las papeleras.

Dejemos de lado la acusación de si iba hacia una dictadura comunista, pues hay opiniones para todos los gustos y ahí no cabe más que especular; la comparación eso sí es inevitable con Chávez, aunque Allende no tiene el pasado golpista de Chávez. Centrémonos en los hechos, que de nuevo cada cual puede interpretar como le de la gana.
1) La constitución de 1925 de Chile establece un sistema presidencialista, con cámaras legislativas y tribunales. Es pues un sistema que garantizaba separación de poderes. Las leyes salen de las cámaras, el presidente es el ejecutivo y tiene poder de vetar las leyes; el congreso puede levantar el veto pero sólo si tiene mayoría de 2/3. Los tribunales pueden anular leyes y dirimir conflictos entre poder ejecutivo y legislativo. Supongo que es una constitución con inspiración en la de Estados Unidos, porque el sistema presidencial, el veto y demás también es propio de este país.
2) Allende es presidente del país. Es elegido con el 36,6% de los votos, frente al 34,9% del candidato conservador, pero recibe el apoyo además de su partido de la Democracia Cristiana (27,8%). Este partido ante la política de Allende, el aumento de la violencia (un líder de este partido murió además asesinado por la ultraizquierda) de la que culpan por no evitarla al gobierno, además de por el castigo de su electorado, le retira su apoyo. De este modo en el congreso el partido que apoya a Allende está en minoría, mientras que la oposición tiene la mayoría absoluta. Esa mayoría no obstante no basta para destutir a Allende, pues hace falta la de 2/3. Se produce una cohabitación, como ha pasado en ocasiones en Estados Unidos o Francia.
3) La oposición al controlar el Congreso controla las leyes y Allende como presidente puede votarlas sin que el Congreso pueda levantar el veto. Ahí está el conflicto: Allende puede vetar una ley, pero no quedarse con las partes de las leyes que sí apoya su partido, como hizo. Conflicto al canto entre poder ejecutivo y legislativo: el tercer poder, el judicial, tanto la corte suprema como la regularía, falla a favor de la oposición (congreso). También se pronuncian en contra de la legalidad de la actuación de Allende el colegio de abogados.
4) Se especula, pero no hay nada demostrado a favor ni en contra, que Allende como única salida iba a plantear un plebiscito popular sobre su continuación, contando con que perdería pero conservando la dignidad frente a las acusaciones de romper el orden democrático de la oposición. Se acusa a su partido de no haberle dejado hacerlo antes; no sabemos tampoco cuánto hay de verdad en un Allende moderado al frente de un partido radicalizado. La fatalidad dice que esto estaba previsto para anunciarse el 12 de Septiembre. También se dice, en cargo contra Pinochet, que este militar sabía esto antes de sumarse al golpe.

Si algún partidiario de Pinochet me lee por estas curiosidades que depara Google que no se emocione. Pinochet no es un héroe que salvara a Chile de un peligro de totalitarismo de la mano de Allende. Si los golpistas prentendías eso, bastaba con deponer a Allende y convocar nuevas elecciones, no comenzar una dictadura en la que hubo asesinatos y torturas. A Allende se le puede acusar de muchas cosas, pero no fue un criminal como Pinochet. Así mismo para juzgar a Allende hay que mirar su tiempo y el clima de división y extremismo, a la que seguro que contribuyó también su parte la oposición. Así mismo los detractores de Allende normalmente lo tildan de irresponsable, radical o débil, pero no de ambicioso o malvado.

Hablando de Pinochet, me quedaré con la duda de si siempre fue un tirano, agazapado esperando su oportunidad, o si es un caso más de la seducción del mal. Cuentan que Pinochet como otros militares que apoyaron a Allende se encontraban con la oposición de sus propias mujeres que los insultaban como débiles y apocopados por no tomar las riendas y salvar el país. No sabemos si Pinochet perdió la confianza en que Allende supiera salir de la situación, si en el momento de apoyar el golpe pudo más la ambición o el miedo a perder su posición o quizás el pellejo, si fue en ese momento dónde comenzó a despreciar la ética o venía de atrás. Pidió que se respetara la vida de Allende y se le dejara salir del país. Pero en cualquier caso luego ya sabemos lo que hizo y su cinismo y falta de arrepentimiento.

Para los curiosos, en la Wikipedia viene bastante información:
http://es.wikipedia.org/wiki/Salvador_Allende

4 comentarios:

Mara dijo...

En este lo he "pillado" todo, no come en distribuciones evolutivas ;)

Diego dijo...

Bueno, lo de Allende podría compararse con el caso de la Segunda República española: en ambos casos la izquierda se radicalizó y la derecha decidió que aquello eran lo suficientemente inaguantable como para justificar saltarse la democracia a las bravas

Chema Peribáñez dijo...

Hola Mara, sí esta entrada es para todos los públicos ;-).

Chema Peribáñez dijo...

Efectivamente los paralelismos con la Segunda República son muy interesantes. También son interesantes las diferencias. El tema da para otro post, a ver si un día me animo ;-).

Un anticipo de semejanzas:
-Ejecutivo gana las elecciones y se radicaliza. Clima de violencia por parte de sus partidiarios, con asesinatos incluso de políticos de la oposición. Acusación de que el gobierno no hace nada para detener la violencia. Polarización entre partidiarios y contrarios. Los contrarios alientan el golpe de estado y piden a los militares que intervengan.
-Los militares dan un golpe de estado con el pretexto que es un acto de patriotismo y que el país está sumido en el caos y la violencia. Los militares ni de coña tras establecer el orden que supuestamente exigía su intervención se plantean convocar unas elecciones para restablecer la democracia.

Las diferencias más claras:
-En Chile hay democracia consolidada (la consitucción es de 1925 y corría el año 1973; eso probablemente supere la suma de todos los periodos más o menos democráticos en España, incluyendo constituciones en las que el derecho de voto no cubría el 5% de la población. En España en tres gobiernos de la república, dos de izquierdas y uno de derechas hubo intento de golpe de Estado en los tres, obviamente en cada caso de los contrarios. Los discursos de ambos sectores de la sociedad hablaban de aniquilar a los contrarios. Es decir, en España lo que pasó no sorprendió a nadie, lo de Chile supongo que todavía la gente se preguntará que coño pudo torcerse en tan poco tiempo se llegara a una situación así.
-En Chile hubo previo al golpe de estado polarización entre ejecutivo y congreso, entre partidos políticos. En España la confrontación inicial era entre partidiarios de la República y contrarios a ella. El presidente de la CEDA (Confederación de Derechas Autónomas), el partido de la oposición, se exilió al acabar la guerra civil. Al polarizarse el conflicto no obstante muchos miembros de la CEDA se alinearon a favor de los sublevados y el gobierno de todos modos aprovechó la guerra para expropiar los medios de comunicación de los opositores. La gente de a pié seguramente lo vería todo más simple: unos querían situación similar a la previa a la república, por lo que hubieran votado o no querrían el golpe de estado, otros querrían la dictadura del proletariado y los menos confiarían en un sistema democrático en que si el otro gobierna te aguantas y confías que ya te tocará a tí.